La Estatua de la Libertad, símbolo eterno de la libertad y la esperanza
- fussionvipmagazine
- 29 oct
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La Estatua de la Libertad, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, se alza majestuosa en la isla de la Libertad, al sur de Manhattan, frente a la desembocadura del río Hudson. Desde su inauguración, el 28 de octubre de 1886, esta colosal figura se ha convertido en un símbolo universal de libertad, esperanza y bienvenida, especialmente para los millones de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo.
La obra, cuyo nombre original es La Libertad iluminando al mundo, fue un regalo del pueblo francés al pueblo estadounidense como homenaje a la alianza entre Francia y Estados Unidos durante la Revolución estadounidense y para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia. Este gesto representó no solo una muestra de amistad entre ambas naciones, sino también un tributo a los ideales de libertad y democracia que compartían.

El diseño de la estatua fue obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, mientras que la estructura interna —un complejo armazón metálico que sostiene la monumental escultura— fue creada por el célebre ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, el mismo que años después levantaría la famosa torre parisina que lleva su nombre. Además, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc participó en la selección del cobre utilizado para su construcción, garantizando su durabilidad ante las inclemencias del clima neoyorquino.
Desde su pedestal, la figura femenina representa a Libertas, la diosa romana de la libertad. Porta en su mano derecha una antorcha encendida, símbolo de la luz que guía a los pueblos hacia la libertad, y en la izquierda sostiene una tablilla donde está grabada la fecha de la Declaración de Independencia de Estados Unidos: 4 de julio de 1776. A sus pies, unas cadenas rotas evocan la liberación de la opresión y la esperanza de un futuro mejor.
La Estatua de la Libertad fue inaugurada en presencia del entonces presidente estadounidense Grover Cleveland, quien destacó su significado como faro de libertad para las generaciones futuras. Con el paso del tiempo, este monumento se consolidó como símbolo nacional de Estados Unidos y como una de las imágenes más reconocidas del planeta.
En 1924, fue declarada Monumento Nacional y, más tarde, en 1965, se amplió la designación para incluir la vecina isla Ellis, punto de entrada de millones de inmigrantes. En 1984, la UNESCO reconoció su valor histórico y cultural al incluirla en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.



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